FORMAS BÁSICAS
De
igual forma que el lenguaje verbal puede descomponerse en diversas unidades de
distinta significación, también tenemos un lenguaje no verbal, visual, que
puede constituir un alfabeto de significación.
Es
decir, que las imágenes podrían descomponerse en unidades de significación más
pequeñas en función de algunos de sus componentes: color, línea, etc.
Las formas básicas del diseño gráfico son pocas: el punto, la
línea y el contorno. Pero son la materia prima de toda la información visual
que aporta una composición. Cada una tiene características diferentes, lo que
les permite desempeñar funciones determinadas dentro de la composición.
Entre
las características generales de las
formas destacan:
·
Forma: Definida por disposición geométrica. La forma de una zona o
contorno va a permitirnos reconocerlas como representaciones de objetos reales
o imaginarios.
·
Dirección: Proyección plana o espacial de una forma, continuación imaginaria
de la misma aún después de su finalización física. Puede ser horizontal,
vertical o inclinada en diferentes grados.
·
Color: Tal vez las más importante y evidente, puede imprimir un fuerte
carácter y dinamismo a los elementos a los que se aplica. Toda forma o zona
tendrá en general dos colores diferentes, el de su contorno y el de su parte
interna, pudiendo aplicarse tanto colores puros como degradados de colores.
·
Textura: Modificación o variación de la superficie de los materiales,
sirve para expresar visualmente las sensaciones obtenidas mediante el sentido
del tacto o para representar un material dado. La textura está relacionada con
la composición de una sustancia a través de variaciones diminutas en la
superficie del material, y se consigue en una composición gráfica mediante la
repetición de luces y sombras o de motivos iguales o similares.
·
Escala: Tamaño relativo de una zona respecto a las demás y al total de la
obra. Los diferentes tamaños de las diferentes zonas modifican y definen las
propiedades de cada una de ellas.
·
Dimensión: Capacidad tridimensional de un elemento o zona. La dimensión sólo
existe en el espacio real tridimensional, pero se puede simular en una
composición gráfica plana mediante técnicas de perspectiva, sombreado o
superposición. También, mediante el
uso de fotografías, que introducen espacios tridimensionales en la composición.
·
Movimiento: Propiedad muy importante, que aporta connotaciones de dinamismo y
fuerza. En las obras gráficas puras no existe movimiento real, pero sí se
encuentra implícito en ciertos elementos y se puede conseguir con ciertas
técnicas que engañan al ojo humano (diseño cinético, pintura cinética) o
representando elementos que sí lo tienen en el mundo real.
Es
la unidad mínima de comunicación visual, el elemento gráfico fundamental y por
tanto el más importante y puede intensificar su valor por medio del color, el
tamaño y la posición en el plano. No es necesario que el punto esté
representado gráficamente para tomar fuerza, ya que en cualquier figura su
centro geométrico, puede constituir el centro de atención.
Está
definido por su forma (generalmente circular, pero también puede ser
rectangular, como ocurre en los monitores, triangular o una mancha sin forma
definida), por su tamaño, por su color y por la ubicación que tenga dentro de
la composición gráfica.
Las
principales características del punto son:
- Tiene
un gran poder de atracción cuando se encuentra solo.
- Puede
producir sensación de tensión cuando se añade otro punto y construyen un vector
direccional.
- Da
lugar a la creación de otros conceptos como el color cuando aparecen varios
puntos en el mismo campo visual.
La
línea es el elemento básico de todo grafismo y uno de los más usados, teniendo
tanta importancia en un grafismo como la letra en un texto.
Está
formada por la unión de varios puntos en sucesión, pudiéndose asimilar a la
trayectoria seguida por un punto en movimiento, por lo que tiene mucha energía
y dinamismo. Su presencia crea tensión y afecta al resto de elementos cercanos
a ella.
Sirve
para conectar dos puntos en el espacio.
Las
principales propiedades de la línea son:
- Contiene
gran expresividad gráfica y mucha energía.
- Casi
siempre expresa dinamismo, movimiento y dirección.
- Crea
tensión en el espacio gráfico en que se encuentra.
- Crea
separación de espacios en el grafismo.
- La
repetición de líneas próximas genera planos y texturas.
Una
línea divide o circunda un área, se encuentra en el borde de una forma. Expresa
separación de planos, permitiendo al diseñador usarla como elemento delimitador
de niveles y áreas en la composición.
Las
propiedades mejor percibidas de una línea son: grosor, longitud, orientación (dirección) respecto a la página, su
ubicación (posición), su forma (recta o curva) y su color. Estas
propiedades se verán afectadas también por el número de líneas que haya en la
composición, su proximidad y la orientación relativa entre ellas.
La
línea es considerada como tal mientras la relación ancho/largo no sobrepase una
proporción determinada. Una línea más ancha que la mitad de su largo pierde la
expresión dinámica del trazo y adquiere la estática de una superficie
cuadrangular.
La
unión sucesiva de líneas conforma un trazo. Los trazos dan volumen a los
objetos que dibujamos y permiten representar simbólicamente objetos en la
composición, eliminando de ellos toda información superflua y dejando sólo lo
esencial.
La línea pueden tener los bordes lisos o dentados, con extremos
rectos, redondeados o en punta. Su cuerpo puede ser sólido o texturado, y su
dirección puede ser curva o recta. Y cada una de estas características matizará
la forma en que es interpretada una línea por el espectador.
Podemos considerar diferentes tipos de líneas, cada uno de los
cuales tiene sus propias cualidades:
·
Línea recta: Define el camino más corto
entre dos puntos. Es poco frecuente en la naturaleza, donde predominan las
líneas curvas (el universo en su totalidad es curvo), pero muy abundante en el
entorno humano, que necesita de ellas para dar estabilidad a sus creaciones.
La línea recta horizontal expresa equilibrio, calma, equilibrio
estable. No hay estabilidad sin una línea recta horizontal de referencia, una
línea de horizonte, ya que nos movemos en un plano horizontal.
La línea recta vertical sugiere elevación, movimiento ascendente,
actividad. También expresa equilibrio, pero inestable, como si estuviera a
punto de caer. Esto se puede corregir haciendo trabajar las líneas verticales
con otras horizontales de apoyo, que les darán la estabilidad de que carecen.
La línea recta inclinada, por el contrario, expresa tensión,
inestabilidad, desequilibrio. Parecen que están a punto de caerse. Dentro de
las líneas inclinadas, la que forma 45º con la horizontal es la más estable y
reconocible.
·
Línea curva: Es la línea más libre y la
más dinámica de todas, pudiendo sugerir desde un movimiento perfectamente definido
hasta un movimiento caótico, sin reglas.
Está muy asociada al ser humano, que escribe y dibuja casi siempre
con líneas curvas.
· Trazo: Un trazo es el elemento
lineal formado por la unión sucesiva de diferentes líneas. Es tal vez la forma
gráfica más humana, la que mejor representa nuestra forma natural de dibujar.
Un trazo heredará las propiedades de las líneas que lo crean,
existiendo trazos rectos, curvos o mixtos.
Podemos
definir el contorno como el objeto gráfico creado cuando el trazo de una línea
se une en un mismo punto. Es decir, cuando una línea continua empieza y acaba
en un mismo punto.
Todo
contorno delimita dos zonas, una acotada (el contorno y su interior) y otra
infinita (el fondo), creándose un sub-mundo gráfico particular en cada forma
definida por cada contorno.
La
línea base de un contorno define la complejidad de éste y sus propiedades.
Cuando una línea se cierra sobre sí misma, el contorno creado determina un
espacio interno, creándose una tensión entre este espacio y sus límites,
otorgando a la línea creadora un gran poder de atracción visual.
Los
principales contornos son el cuadrado,
la circunferencia y el triángulo, a los que podemos añadir los
contornos mixtos y los orgánicos.
·
El Cuadrado: El cuadrado es la figura
geométrica formada por cuatro líneas rectas de igual longitud, denominadas
lados, que forman ángulos perfectamente rectos en los puntos de unión entre ellas
(esquinas a 90º).
El cuadrado es una figura muy estable y de carácter permanente, asociada a conceptos como estabilidad, permanencia, honestidad, rectitud, limpieza, esmero y equilibrio.
La figura derivada del cuadrado por modificación de sus lados es el rectángulo, de propiedades análogas al cuadrado, aunque sugiere menos perfección y estabilidad.
El cuadrado expresa direccionalidad horizontal y vertical, referencia primaria con respecto al equilibrio y el bienestar. Es menos sugerente y más neutro que los rectángulos, pero más sólido. Invita a mirar su centro y pasear la mirada en espiral en torno a ese punto.

Los rectángulos horizontales aportan solidez, estabilidad, dan la sensación de ser difíciles de volcar. Cuando son de gran tamaño permiten que la mirada el espectador se pasee de un lado a otro, en sentido horizontal.

Los rectángulos verticales, por el contrario, da sensación de menos solidez, es menos estable, parece que puede volcarse en cualquier momento. En ellos, la mirada del espectador no puede de un lado a otro, pero puede moverse verticalmente, dando sensación de elevación, y es apto para representar aquellos objetos que en la realidad tienen una forma ascendente.

Los cuadrados y rectángulos verán modificadas sus cualidades visuales según su forma, tamaño, color del contorno y área interna, ubicación, escala, etc.
La proyección tridimensional del cuadrado es el hexaedro o cubo, cuerpo geométrico muy asociado a las obras propias del ser humano, como los edificios.
Los rectángulos son las formas más naturales para un ordenador, ya que el monitor y las ventanas de los sistemas operativos gráficos son todas rectángulos horizontales.
La dureza visual de los rectángulos se puede suavizar añadiéndoles otros elementos que los modifiquen en parte. Un ejemplo de esto son las tablas o botones con esquinas redondeadas, que rompen la monotonía de la forma rectangular.

Otra forma de compensar la rigidez de las formas rectangulares es combinarlas en la composición con formas curvas que aporten libertad y dinamismo.
·
La Circunferencia : La circunferencia es un contorno continuamente curvado, cuyos
puntos están todos a la misma distancia de un punto central, llamado centro del
círculo. La distancia constante de cualquier punto de la circunferencia se
denomina radio.

La circunferencia representa el área que contiene en su interior, denominada círculo, la forma más enigmática de todas, considerada perfecta por nuestros antepasados. Su direccionalidad es la curva, asociada al movimiento, al encuadramiento, a la repetición y al calor.

Contornos derivados de la circunferencia son el óvalo y el ovoide,
con cualidades parecidas a las de ésta, pero que expresan aún más inestabilidad
y dinamismo, aunque el movimiento perfecto sea una cualidad propia de la
circunferencia.
La proyección tridimensional de la circunferencia es la esfera, el cuerpo geométrico más perfecto, el que contiene un mayor volumen en un menor espacio, el que define la forma tanto de los átomos como de los cuerpos celestes.
La circunferencia y el círculo son tal vez los elementos
geométricos más perfectos y estables, aunque cargados de una gran carga
dinámica.

·
Contornos
Mixtos: Mediante combinaciones de los elementos básicos y contornos
anteriores se pueden construir todas las formas imaginables, cada una de las
cuales tendrá unas propiedades dependientes de las partes que la forman, de su
orientación, de su tamaño, de espesor del trazo límite, de su color y de su
ubicación.

Hay que tener en cuenta, en cualquier caso, que el predominio de la referencia horizontal-vertical da una sensación de equilibrio, mientras que el dominio de la dirección diagonal aporta inestabilidad.

Los contornos mixtos son muy usados en las páginas web, a las que aportan variedad en el diseño y definición de espacios de información, rompiendo la monotonía visual de las formas rectangulares puras.
·
Contornos Orgánicos: Los contornos orgánicos son
aquellos formados por curvas libres.

Son los contornos más abundantes en la naturaleza, y sugieren fluidez, desarrollo, humanidad, inspirando sensaciones favorables en el espectador.
Los contornos orgánicos son utilizados abundantemente en pintura y dibujo artístico, ya que son la base para representar figuras humanas, bodegones, paisajes, etc.